Creo que, involuntariamente, hay ciertas pisadas en el poncho del razonamiento. David: en tu addenda afirmás que existen especies únicas, y en el comentario anterior que las mismas están relacionadas entre sí bajo el paraguas del término familia.
La Antropología Genética, rama de la ciencia muy joven, y derivada de la práctica Antropología Forense, ha encontrado, por ejemplo, que ni los grandes simios, ni los homínidos descubiertos a la fecha, tienen relación alguna (ya sea evolutiva, morfológica o de cualquier otra índole) entre sí. El análisis de los genomas indica que sí son mamíferos, sólo eso. Todo lo demás es relleno social, teorización, invento para sustentar el peligroso discurso del poder. Ese y otros estudios -los que no he tenido tiempo de buscar y chequear-, tiran por la borda cualquier tipo de clasificación e incluso, destruye la teoría evolutiva de Darwin. Que existan parecidos no implica parentesco, derivaciones y mutaciones. Cada código genético se ha construido con una complejidad única, manteniendo constantes características de aquello que se denomina (muy a tu pesar) “especie”.
Respecto al conflicto árabe-israelí, por su complejidad y dinámica, ni el reduccionismo marxista, ni la sociología de masas, ni la crónica policial y política, alcanzan para brindar una explicación única, lógica y englobadora. Es más, creo que ningún conflicto humano tiene una lógica interna que permita interpretar lo que ocurre. La complejidad, es una constante que va desde ese genoma nuestro hasta nuestros actos salvajes. A veces el tiempo, la lejanía que permite el tiempo, ayuda en el análisis de los sucesos cuando se convierten en historia. Mientras ocurren, como la fuerza gravitacional que migra por el universo, somos involucrados en el mismo, saliendo de foco. De todas formas, el mundo se sigue manejando por la diferenciación étnica, pues existe el poder y la acumulación de riquezas. Es así, como que la muerte nos espera. Desde tal verdad lapidaria es que afirmo que dejen a las “razas” migrar y mezclarse. Si la libertad acude, seguramente, el mundo dejará las diferencias. Pero como van las cosas, es sólo un ideal.